¿Porque allá cuando falta tanto aquí?

Jesús Dijo: “Crucemos al otro lado”

(Marcos 4:35 –41, 5:1-20, Mateo 8.18ss, Lucas 8:22ss)

Cuenta el capitulo 4 de Marcos que era tan grande la multitud que Jesús tuvo que subir a una barca para enseñarles. Mientras que la multitud permanecía en la playa escuchando les enseñaba en forma de parábolas y ese día “al anochecer”, les dijo a sus discípulos: “Crucemos al otro lado”.

 Mateo nos relata que aparentemente había gente muy calificada para este viaje  como un maestro de la ley que le decía “te seguiré adonquiera que vayas”, otro discípulo pidió arreglar unos asuntos antes de emprender el viaje. En ambos casos Jesús les dijo esta es la “partida para un viaje poco confortable”. Este viaje tiene que ver con el riesgo, la fe, la incomodidad, con dejar lo que más queremos. Tiene que ver con nuestras debilidades, temores, dudas.  Así que Jesús dijo y nos dice”: “Sígueme”

 1-Ser un Discípulo de Jesucristo.

El discipulado es seguir a Jesucristo en su llamado.

 Sígueme dejando el éxito o fracaso de tu ministerio. En especial dejando aquello que te hace sentir bien en tu ministerio, que te ha dado reconocimiento, alegría y posición en tu alcance local,

Sígueme ¡ahora!, dejando a la gente que tanto tiempo has servido y atendido,

Sígueme aceptando los riesgos,

Sígueme para llegar a los que nadie llega,

Sígueme porque ahora vas a saber cual es tu debilidad y cual es tu fortaleza,

Sígueme porque ahora vas a saber realmente cual es nuestro enemigo,

Sígueme porque solo en el seguimiento se descubre quien es JESUCRISTO,

Sígueme para conocer el modelo de hombre SIERVO,

Sígueme porque entramos en la profundidad de Dios,

Así que la orden es de Jesús.

 -Para partir es necesario aceptar ser discípulo de Jesús-

 Todo cristiano esta llamado a una experiencia de fe que lo lanza a la aventura de “buscador de Dios” para descubrir en realidad que cada uno de nosotros somos buscados por Dios. Así que Dios nos busca y es inoportuno; nos ordena embarcarnos “al anochecer”. La vocación y el discipulado es simplemente esto. Dejarse llevar por Dios, dejarse importunar por Dios. 

 Es interesante observar que el que esta dispuesto a cruzar del otro lado no esta situado en un plan de competencia con otros, no tiene que conquistar puestos de prestigio o defender posiciones apetitosas. Se deja despojar tranquilamente, sin oponer resistencia. Es una persona libre. Es como un pan sobre la mesa de Dios y la de los hombres, que espera ser comido. No piden amor, aman y saben que su misión es amar siempre y no pide la respuesta de la carne: intercambio, reconocimiento, poder.

Dios le dijo a Abraham “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostrare” Génesis 12:1. “Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que luego recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a donde iba” Hebreos 11:8. Estar en el seguimiento de Jesús significa estar decidido a partir.

 2-Unirnos a la misión de Dios: La misión es de Dios. 

Dios no da informaciones acerca de las condiciones metereológicas.  Nadie nos dice que hay UN POSIBLE ALERTA METEROLÓGICO.

Así que dejamos a la multitud, la iglesia, el barrio, nuestro lugar, los amigos, afectos, ministerios, reconocimiento, aprecio y nos metemos en la barca de JESUS. También lo acompañan otras barcas en esta aventura.  De repente lo peor sucede,  la tormenta que hace peligrar la misión.

Estar en la misión de Dios es como este viaje:

-Estaban obedeciendo y vino la tormenta

-Estaban viajando con Jesús y sin embargo se desato la tormenta

-Estaban en el centro de la voluntad de Dios y casi la tormenta los mata.

 Esta es la realidad para aquellos que decidimos cruzar del otro lado. También lo cierto es que las tormentas nos vienen a todos. Es ahí donde debemos enfrentarnos con nuestra debilidad y fortaleza. Es ahí donde realmente comenzamos a conocer más a Jesús: ¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen?

 Es ahí donde descubrimos al “Totalmente otro”, a Dios hecho hombre y a Dios en su divinidad. Es ahí donde descubrimos su carácter y naturaleza: Santo, Santo, Santo, omnipotente, Dios de Amor.  Pero es ahí donde nuestra fe falla, es ahí donde comenzamos enfrentarnos con nuestro enemigo ¿Porque tienen tanto miedo? Es ahí donde somos probados. “¿Todavía no tienen Fe?”

-CUANDO JESUS DICE: “CRUCEMOS AL OTRO LADO”,  SIGNIFICA QUE TODOS VAMOS A LLEGAR.-

 Determinados momentos oscuros de nuestro caminar hay que vivirlos con lucidez, con dolor, y con Fe.  Esto no excluye las preguntas que nos hacemos y el desconcierto

Hay una tensión entre la prueba y las garantías que pedimos, el programa detallado que reclamamos del viaje con la sorpresa en manos de Dios. Dios es imprevisible. Es soberano y puede sorprendernos de un momento a otro. “Es necesario confiar en el Dios de las largas noches, en el Dios de los días negros. Este Dios, en la encrucijada más oscura, te toma de la mano y te dice: estoy aquí” (C. Wagner).

 Por lo tanto:

-Jesús sabía que esta tormenta vendría.

-Tenía la autoridad para alejarla

-Prefirió atravesarla con sus discípulos

-Midió su fe

Ellos aprendieron que El siempre esta con nosotros y Él es suficiente en toda situación.

Dios permite diferentes tormentas con diferentes propósitos:

-En el caso de Jonás le ayudo a volver a centrarse en el propósito de Dios. 

-En el caso de Pablo le ayudo a testificar (Hechos Cap. 27)

-En nuestro caso particular como Iberoamericanos (contexto de debilidad, escasez, inestabilidad) es para fortalecer nuestra fe. DEBEMOS CRUZAR al OTRO LADO.

¿Quién es Jesús?

Él que tiene el poder y la autoridad para que podamos llegar a las necesidades de los menos alcanzados.

El que es suficiente para nosotros también esta con nosotros para que crucemos todo tipo de fronteras.

El esta con nosotros en cada situación.

 3-El evangelio es de alcance universal (transcultural) e integral: “Llevar todo el evangelio a todas las naciones”

 Pasada la tormenta, saliendo mas fortalecidos lo que asoma es una nueva tierra, una nueva orilla se acerca. ¡Llegamos! comenzaron a exclamar cuando veían la tierra tan próxima a ellos. La expectativa es más grande de la que dejaron. Ellos antes habían ministrado a multitudes y… ¿ahora que? Sorpresa tras sorpresa, el que sale a recibirlos es un alienado, el loco, pobre y marginado del pueblo…, el endemoniado geraseno.

Todo lo acontecido es para ir a tocar a un hombre. Tocar a un hombre con el poder transformador del evangelio para devolverlo a la sociedad sano y salvo. Esto significó tocar la economía de la región. 2000 cerdos se precipitaron por los acantilados. El hombre endemoniado ahora esta sano y en su cabal juicio. Jesús lo ha tocado. Cuando los que vieron esto lo compartieron con los demás tuvieron miedo. ¿Miedo de que?

Es demasiado dinero perder 2000 cerdos por una persona que pueda recobrar su salud integral, el pobre del pueblo, el loco, el endemoniado. ¿Cuál fue el resultado? Le pidieron a Jesús que se vaya, le dijeron:

Si esto va a significar que nuestra economía este afectada, si esto va a significar cambiar nuestras estructuras por favor te pedimos que te vayas de aquí.  La lección no termina, continua y hoy también exige una respuesta. La lucha contra el verdadero poder es cuando tocamos realidades humanas que son transformadas, esto produce un enfrentamiento tanto a nivel espiritual y estructural.

 Como esa región también nosotros a veces corremos el mismo peligro, le decimos a Jesús no perturbes mi orden, mi comodidad, no perturbes mis posesiones,  no me enfrentes con mi avaricia, falta de generosidad y egocentrismo.

Jesús no solo tuvo problemas con lo que dijo de Dios para ser tan atacado y perseguido, si no su  problema fue también por lo que dijo con respecto al hombre y sus necesidades lo que provoco la reacción de los dirigentes.

Los discípulos tuvieron que volver, la pregunta es que estarían pensando en ese momento.  Seguramente dirían: “Dejamos todo, el ministerio en la otra orilla, la iglesia, esto nos costo mucho dinero, tiempo, casi nos mata la tormenta, ¿todo esto para que? Por uno solo y encima todos se enojan y nos echan. Señor no entendemos lo que estas haciendo”.

 A veces esto también nos pasa en medio de las iglesias a las cuales servimos. Cuando desafiamos al pueblo de Dios a cruzar del otro lado (no cualquier lado, ese lado que tiene que ver con llegar a los no alcanzados) nos encontramos con la misma reacción: “por favor te pedimos que no molestes mas, que te retires de aquí”

No hay relato del regreso pero si podemos imaginar la enseñanza que Jesús les estaría diciendo: “este es el costo de seguirme”. En esta historia descubrimos el CORAZON DE DIOS.  Lo que realmente era importante para Él; les enseñaba a sentir con su corazón, les enseñaba por quien late el corazón de Dios.

La alegría final es que la misión luego continúa, con alguien que una vez fue loco, endemoniado, pobre y marginado. Jesús estuvo dispuesto “a todo” por un geraseno y lo CONFIRMO EN LA CRUZ donde allí también moría por vos y por mí.

Vale la pena gastar el dinero que tenemos, nuestro tiempo, dar la vida misma, nuestra comodidad, éxito, para que uno solo conozca al Señor. El corazón de Dios late por las necesidades no alcanzadas de los menos evangelizados y no alcanzados en todas partes del mundo y esto vale nuestra entrega, aceptar el costo, experimentar el seguimiento de Jesús, el sufrimiento y el gozo en ser discípulo: Ser como Él. Todo por uno solo, pobre resultado y fracaso para el mundo pero de un gran éxito ante los ojos de Dios.

Somos desafiados a formar parte de la misión de Dios en una forma indivisible, crucificando nuestra carne (celos, pleitos, competencia, falta de perdón, gritería, enojo, amargura, avaricia, inmoralidad sexual, mentira, robo, etc.) para vivir en el espíritu, compartiendo el proyecto de Dios, formando comunidades sólidas donde se refleje el amor, la aceptación y el perdón.  Llamados a guardar la unidad y mostrar que somos uno para que el mundo crea que Jesucristo es el enviado de Dios. Es la buena nueva para declarar el año favorable del Señor. Esto también, es cruzar al otro lado.

 ¿Porque allá, cuando falta tanto aquí?

 -Porque Jesucristo estuvo dispuesto dejar a las multitudes que ya habían escuchado por alguien que todavía no fue tocado por Él.

 -Porque la palabra “mundo” para Dios son todas las naciones (etnias) y no solo mi comunidad, ciudad, región y nación (etnia).

 -Porque antes de pertenecer a una determinada nacionalidad somos primeramente ciudadanos del Reino de Dios. “Comunidad del Reino de Dios hasta lo último de la tierra”. El reino de Dios va más allá de mis propios intereses.

 -Porque Dios nos ordena estar centrados en su persona y no en nosotros mismos. Tener su visión, su corazón y unirnos a su misión. Ajustar nuestra visión a Su Visión.

 -Porque Dios nos enseña que debemos ser odebientes. La tarea debe hacerse en forma simultanea a todos lados. (Hechos 1:8).

 -Porque la Iglesia es para un mundo Global y no solo local. Una visión Global con una responsabilidad Local y Global (GloCal)

 -Porque debemos ser discípulos incondicionales de Jesucristo: “Ser lo que Dios quiere que sea, hacer lo que Dios quiere que haga e ir donde Dios quiere que vaya”.   

 -Porque el Señor nos pide que oremos al Padre para que envíe obreros. Su deseo es que toda lengua, nación y etnia estén adorando al Señor.

 -Porque debe haber una “Moralidad de Fe”.  Nos debemos preguntar ¿por qué no escucharon? ¿Qué pasa con los que no escucharon?

 -Porque debemos dar “dignidad” a cada área de trabajo.  Debe haber un equilibrio entre Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.  Ninguna área debe permanecer como una “cenicienta”.    

 La pregunta de fondo que nos tenemos que hacer como iglesia de Jesucristo es si sabemos quien es Jesucristo realmente, ¿quien es este que hasta el viento y el mar le obedecen? Si le conocemos,… ya es la hora para que crucemos al otro lado.

 Carlos Scott– Misión GloCal – Tinogasta 5684
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