Respecto a las personas en su lugar de trabajo

Me gustó mucho la disertación. Soy licenciado en Estadística y profesor de la Universidad hace 34 años. Hace unos 24 años estoy casi a tiempo completo en el pastorado, siguiendo con un pequeño cargo docente en la Universidad.

No estudié para ser pastor, lo fui ganando a mis compañeros de estudio y trabajo y predicando en las calles. Con el correr del tiempo, como pasa con muchos pastores como yo, al ir ganando gente y discípulándolos, formando obreros, en distintos grupos pequeños (llamados por nosotros, grupos familiares) terminé siendo reconocido pastor de mi congregación (junto a otros pastores).

Formamos un grupo de pastores donde algunos estamos a tiempo completo y otros no. Esto nos da una visión particular de lo que es el ministerio.

El ministerio está en nuestro lugar de trabajo, estudio, todos los días.

Es allí donde necesitamos estar llenos del Espíritu Santo, más que en las reuniones dominicales.

Es allí donde debemos estar atentos a los que nos rodean, orando por ellos, amándoles, siendo ejemplo con nuestra vida y hablándoles de Cristo.

Muchos hacen una gran separación entre su trabajo o estudio y su vida cristiana, cuando son parte de un solo TODO, que es nuestra vida cristiana.

 

Y es a través de estos contactos que tenemos todos los días y de una visión de que ellos son nuestras ovejas que debemos pastorear (no sólo las que están dentro del redil), una visión, como la que Pablo habla cuando dice: el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto:

ü      Uno murió por todos

ü      Para que los que ahora viven no vivan para sí, sino para aquél que murió y resucitó por ellos.

 

Así que nuestro corazón se tiene que doler por ver primero a Jesús que muere por todos y luego a los hombres que nos rodean como gente por los cuáles Cristo murió, es decir, candidatos a la salvación. Por eso el mismo Pablo luego dice que a nadie conocemos según la carne, los veo como candidatos.

 

Cuando esta renovación en nuestra mente (después que en nuestro espíritu) se da, el fuego del amor de Dios debe llevarnos a ganar a los que están alrededor nuestro.

 

El primer ámbito de contacto, el trabajo, la charla en el descanso, o en un café que podemos tomar en un bar. Luego invitarlo a mi casa, luego ir llevándolo a un pequeño grupo, etc, etc.

 

Hugo De Francesco