En Isaías 6, el profeta dijo: “Vi al Señor…y lo exalté…” Llama la atencion, de cuanto tiempo había entrado en el templo y no lo había visto? Quiza, la clave del encuentro está en la primera parte >>v.1 “En el año que murió el Rey Usías..” Por la circunstacia de la perdida?
Aplicandolo a nuestras vidas, se puede decir, que cuando llegues a un lugar de dependencia entonces se El revelará a ti. Y lo mas importante es que muchos dejan que las circunstancias y no el propósito les guíe a Dios. Entonces, no tiene que ver con cuan bueno soy, sino cuan desesperado estoy.
Sugiero el pasjae que esta en Isaías 57:15
Meditaba ayer acerca de una noticia que debo decirles con toda sinceridad me preocupó. Se decía que si el gobierno no toma los correctivos necesarios en cuanto al gasto publico, es decir la reducción del gasto publico, pudiéramos estar ante un inminente peligro de estallido social por la crisis económica que estamos viviendo. Se decía además que, este no era un asunto de gobierno o administración, sino un asunto de estado. Esto según los analistas debe manejarse con mucha transparencia de lo contrario se estaría abonando mas al descontento por el alto desempleo y los costos de los alimentos, las tarifas altas que se pagan en luz, agua y teléfono, etc. Sin duda que todo etc; puede degenerar en una crisis sin precedentes. Trayendo caos al país y los panameños. Es posible que esto solo sean especulaciones, pero y si no lo son? La clase política siempre anda tratando de inflar mas el problema de sus adversarios, pero la realidad es que muchas personas estan ya padeciendo por esta causa. Mi pregunta en que estamos contribuyendo nosotros como el pueblo de Dios? y si la crisis se agrava, no nos afectara también a nosotros?
Estamos viviendo tiempos proféticos, es decir la profecía (Palabra de Dios para el pueblo), se esta manifestando y se seguirá manifestando solo que, según mi criterio, muchas veces no viene acompañada de la sal que preserva. Nuestro Dios es un Dios de pacto. Es decir , con Dios, hay que llegar a un acuerdo. Y en el acuerdo, el es quien pone las condiciones.
Nuestros logros personales no significan nada en la economía de Dios. No. El legado real de nuestras vidas puede ser nuestra mas grande humillación. No es lo que haces lo que importa, sino lo que la soberanía de Dios escoge hacer por medio de nosotros. Dios no quiere nuestro éxito, nos quiere a nosotros. El no demando nuestros logros; El demanda nuestra obediencia. (Charles Colson, en su libro “Amando a Dios”)